Cuando un diseño es bonito, gracioso y tierno, es todo un placer hacerlo más de una vez. Eso ha pasado con este colorido robot de Carolina Guzmán.
Es una versión 2.0 de Un Robot para Ignacio, se consigue siguiendo exactamente el mismo patrón pero utilizando un algodón de menor grosor para poder disminuir el tamaño.
Tiene brazos y piernas articulados, para poder adoptar las miles de posturas que se les ocurren a los peques de la casa.
Puede sentarse, cruzarse de brazos... y mantener la postura gracias al alambre que tiene en su interior, por lo que no se recomienda para menores de 3 años.
Podéis ver que la diferencia de tamaño es notable, y eso hace que le encante pasear con su hermano mayor con el que se lo pasa genial. Como todo buen pequeñajo, al final siempre consigue que lo lleven "a caballito" o en brazos.
¿os gustaría poder llevarlo de paseo?
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